Los influencers han dado mucho de qué hablar el último par de años, tanto para bien, como para mal. El hobbie se transformó en profesión, y en una con la que muchos sueñan ejercer.
El problema, aún sin resolver, es que existe una gran cantidad de influenciadores “falsos” (debido a sus audiencias fantasma). Tal es la situación que incluso hay marcas que les han declarado la guerra, como por ejemplo Unilever, quienes aspiran a que los influencers con los que trabajan no superen un 2% de seguidores falsos, meta bastante alejada al 23% actual que manejan con su marca Dove, e incluso la del promedio de la industria, que es de un 14%.
Y es
que al parecer, muchas personas identificaron en este nuevo oficio / profesión
una –gran- oportunidad para sentirse importantes y reconocidos socialmente, algo
que toda su vida admiraron de las celebridades de la television, el cine y las
revistas.
Las Redes Sociales llegaron cambiarlo todo, incluso el conducto regular para llegar
a ser “relevante” para un grupo de personas. Esto le abrió las puertas hacia la
“fama” a personas comunes y corrientes, como tú o como yo, de una manera mucho
más fácil y cómoda, incluso desde la comodidad del hogar.
Siendo sinceros, ¿a quién no le gustaría ser invitado a uno de esos exclusivos eventos, o recibir un bello regalo por parte de tu marca favorita? Tentadora oferta, a la cual muchas personas sucumbieron, decidiendo emprender para llegar a ser “Influencers”.
Las barreras de entrada parecen ser muy bajas, ¡casi nulas! Crear una cuenta en una plataforma social es fácil y gratis. Tomar fotos de calidad está al alcance de nuestra mano, literalmente. Identificar los contenidos que son tendencia es fácil también, y siendo sinceros, muchos los replican. En menos de un mes, puedes lograr tener una cuenta preciosa, simulando tener una vida que quizás no tienes, photoshopéandote para presumir haber estado en lugares increíbles y arrendar un jet para tomar fotos de celebridad también es posible.
Sólo
nos queda afinar un pequeño –gran- detalle y estamos listos para comenzar a
enviar el Media Kit a agencias y marcas: Los seguidores. ¡Fácil! Si eres
deshonesto y no te importa robar, comprar seguidores cuesta algunos dólares y
tendrás una cuenta con un número sorprendente de followers…pero un número vacío.
Comprar seguidores para presumir ser importante en el círculo social es raro. Autodenominarse
Influencer con el respaldo de un número vacío me parece grave. Pero aceptar o
pedir productos, servicios o experiencias con el descaro de presentarte como
Influencer, sabiendo que es mentira, es ROBAR. Es un delito que espero sea
condenado en un futuro próximo, al igual que la venta de seguidores.
¿Es tan grave la situación? Yo creo que sí, y los números también lo dicen.
Las pérdidas estimadas son de 200 millones de dólares (en solo un año), una cifra importante, sí. Pero me preocupa algo más. ¿Qué ocurre con la pérdida de confianza en las Agencias por la falta de resultados obtenidos en estrategias digitales y la pérdida de confianza en las personas que realmente tienen a su haber la capacidad de influenciar a otros. Espero que la respuesta sea aprender de lo vivido, y tomar desiciones más sabias en el futuro. Eso lo analizaremos más adelante.
Por ahora, mantengámonos positivos. Creo que aprender experimentalmente es muy valioso. La educación y el consumo información de calidad son las herramientas necesarias para ir, de a poco, atacando con el mal desde la raíz.
La invitación es a investigar a los influenciadores con los que trabajas, hay mucha información disponible sobre el tema, y numerosas plataformas que te permiten analizar las cuentas de los potenciales influenciadores con los que piensas trabajar, porque sí hay verdaderos influenciadores. Aunque prefiero llamarlos líderes de opinión.
Y por si aún no lo has hecho, te recomiendo practicar un ejercicio de análisis: pregúntate qué es un influenciador para ti, qué características similares tienen aquellas personas a las que siges tú, qué destacas de los influenciadores que sigues y qué te causa ruido. Podrás generar grandes conclusiones.
Hagamos que nuestra profesión sea distinguida por tener un ambiente de buenas practicas y profesionalismo.
¡Te deseo mucho éxito!
Renata Banda