En Comunicaciones cada día nos enfrentamos a nuevos escenarios, con nuevas escenografías, guiones y actores. Si el lenguaje, como definición es un sistema de signos que sirve para comunicarse, y una de sus características principales es el constante cambio o evolución, la comunicación -por definición compartir información o mensajes entre un emisor y un receptor (audiencias)- también transmuta y con la incorporación de nuevas tecnologías, la dinámica de cambio es cada vez es más rápida.
Nuevos canales, nuevos medios, nuevos lenguajes. Nuevas maneras de pensar, de conformar la realidad, el presente; de modular nuestro entendimiento del mundo y expresar nuestras emociones. Comunicarnos es parte de nuestra esencia y para las organizaciones es una gran responsabilidad que deben asumir a la hora de construir una plataforma de reputación y valor para difundir sus mensajes y premisas que las hacen únicas y les permiten posicionarse.
Saber “contar sus historias”, presentar de manera atractiva sus productos, impactar, sorprender, generar el deseo de ser parte de ellas o clientes, es el reto y un reto que se debe reinventar constantemente.
Por otro lado, en la era digital los “consumidores” evolucionaron a “prosumers”, entes que preguntan y requieren de respuestas rápidas y certeras. No olvidemos que, en la gran mayoría de los casos, las personas o clientes interactúan con las marcas a través de las Redes Sociales y diversas plataformas digitales o de telemarketing.
Es así como las Relaciones Públicas y la gestión de Medios de Comunicación adquieren mayor peso como una actividad estratégica de las organizaciones y los principales debates en que se enfrentan los directores y sus asesores de comunicación tienen relación con las siguientes temáticas:
- Definir la relación estratégica entre la organización y la comunicación.
- Determinar la importancia de las comunicaciones para la toma de decisiones.
- Comprender la evolución digital y la web social.
- Generar estrategias y canales según tipo de audiencias.
- Prepararse para el aumento de las audiencias y canales con recursos limitados.
- Asumir la velocidad y gestionar el volumen del flujo de información.
- Respetar la transparencia y comunicarse con audiencias más activas.
- Manejar el Big data y/o algoritmos para la comunicación.
- Seleccionar y manejar sistemas de medición y evaluación avanzada
- Estar preparados para enfrentar la información falsa (fake news).
Sin olvidar temas tan relevantes como el compromiso con el desarrollo sostenible, las relaciones con la comunidad, responsabilidad social y buenas prácticas medioambientales.
¿Quién dijo que era fácil?
En cada caso y en cada organización, las estrategias de comunicación corporativa y la gestión de la comunicación y sus canales es distinta. Un verdadero Ecosistema, en el que el manejo de la entropía debe asumirse con responsabilidad y creatividad.